1-b CREADOS PARA LA VIDA

Creados para la vida  - No es bueno que el hombre esté solo..

1. Adán andaba tristón. Y Dios, como la mamá que le pone juguetes al bebé en el cochecito, le fabricó unos animalitos para que se entretuviera. Pero no hubo caso.

Adán - EL HOMBRE - buscaba ALGUIEN como él, ALGUIEN a quien amar y por quien ser amado, ALGUIEN a quien mirar a los ojos... No precisaba ALGOS...

Así comienza una de las historias que trae la Biblia acerca de la creación del hombre. Dios inspiró al autor sagrado para que recogiera en el libro del GENESIS, un montón de tradiciones, leyendas, mitos y cuentos acerca de los antepasados de Israel, llenos de enseñanzas para nuestra vida.

Leamos directamente de la Biblia: Génesis 2, 4b-25

2. Comentario

    a) Según la narración, el hombre es destinado a una intimidad de vida con Dios, a ser "familiar" con Dios. Lo expresa la imagen de Dios paseando con Adán y Eva por el Edén.
    b) La esencial necesidad de comunión del hombre con otros seres semejantes a él está expresada en la frase "no es bueno que el hombre esté solo...". La mujer encarna el TU por excelencia del varón,
y viceversa "Hacerse una sola carne" es hacerse NOSOTROS, UNA SOLA PERSONA (carne = persona concreta, tal como vivimos aquí)
   c) El hombre es encargado de cuidar el jardín (=el mundo). Las cosas son para él, no él para las cosas...

   Así, para la Biblia, la VOCACION DEL HOMBRE (individual y colectivamente) es realizarse en una relación de comunión filial con Dios, fraternal (amical) con los demás hombres, y de señorío armónico con los seres inferiores.
   De tal realización depende su vida y su muerte, su felicidad...

3. En un documento muy importante de la Iglesia latinoamericana (PUEBLA, 1979; nn.305,306,321-327), podemos leer:

"La Iglesia tiene el derecho y el deber de anunciar a todos los pueblos la visión cristiana de la persona humana... y profesa que todo atropello a la dignidad del hombre es atropello al mismo Dios, del cual es imagen.

Tiene que volver a resonar esa palabra en que viene recogiéndose, ya de tiempo atrás, un excelso ideal de nuestros pueblos: LIBERTAD. La libertad implica siempre aquella capacidad que tenemos todos para disponer de nosotros mismos a fin de ir construyendo una comunión y una participación que han de plasmarse en realidades definitivas, sobre tres planos inseparables:
    La relación del hombre con su mundo, como SEÑOR.
    La relación del hombre con las personas, como HERMANOS.
    La relación del hombre con Dios, como HIJO."

El Dios de la vida

1. El río de agua de la vida, transparente como el cristal, brota constantemente de tu trono, Señor (Ap 22,1), pues en ti se halla la fuente de toda vida (Sal 36,10).

2. ¡Eres verdaderamente el Dios de la vida! (Sal 42,3). ¡Por eso tu Palabra, Señor, está viva! (Jn 1,4).

3. Haces crecer a todas las plantas, das aliento a todos los habitantes de la tierra y a los seres que semueven en ella (Is 42,5). Por tu voluntad existen y son creadas todas las cosas (Ap 4,11).

4. Todo lo que ha llegado a ser tiene su origen en ti, Señor (Jn 1,4).

5. Todos nosotros estamos hechos a imagen y semejanza de tu propia vida (Gn 1,26). Tú mismo hassoplado en nosotros tu aliento vital (Gn 2,7) y nos has formado en el seno de nuestra madre (Is 44,24).

6. No eres Dios de muertos, sino de vivos (Lc 20,38). Tú no has hecho la muerte (Sab 1,13). Ni te alegras por la muerte de nadie (Ez 18,32). No quieres que el pecador muera, sino que cambie de camino y viva (Ez 18,23).

7. Amas todo lo que existe y no aborreces nada de lo que has hecho (Sab 11,24). Tienes lástima de todo: porque todas las cosas son tuyas, Señor, que amas la vida (Sab 11,26).

8. Has puesto en medio de nosotros el árbol de la Vida (Gn 2,9), y nos ofreces, a nuestra libre elección, el bien y la vida, por una parte, y por la otra, el mal y la muerte (Dt 30,15).

9. Pero sabemos que nos das las fuerzas suficientes para que podamos conquistar la prosperidad que nos ofreces (Dt 8,18), pues tus leyes son fuente de vida para quienes las cumplen (Ez 20,11). La alianza contigo lleva a la vida, a la paz y al respeto (Mal 2,5).

10. Nos has dado tu bendición para que crezcamos, nos multipliquemos, llenemos la tierra y la sometamos (Gn 1,28). Por eso nos ordenas que no haya necesitados en medio de los que creemos enti (Dt 15,4). Quieres que vivamos unidos, compartiendo todo lo que nos has dado, según las necesidades de cada uno (Hch 2,44s), de forma que nadie sufra necesidad en medio de nosotros (Hch 4,34).

11. No se trata de que otros tengan comodidad y que a nosotros nos falte lo necesario, sino de poner en marcha una igualdad fraterna (2Cor 8,13). Por eso los miembros de tu pueblo debemos saber repartirnos la tierra que nos has dado para vivir, según las necesidades de cada familia (Núm 33, 53s).

12. Danos fuerzas, Señor de la vida y del espíritu (2Mac 14,25), para poder conseguir prosperidad para todos (Sal 118,25). Creemos que si volvemos a ti con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma tú nos darás abundante prosperidad en todo lo que hagamos; nuestra tierra será fecunda y tendremos de todo en abundancia (Dt 30,9s).

13. Jesús, tú eres Señor de la vida (Hch 3,15). ¡Eres la misma Vida! (Jn 14,6). Existes antes que todos, y todo se mantiene en ti (Col 1,17). Por eso nos has podido rescatar de la existencia vacía queteníamos antes (1Pe 1,18), y nos ofreces ahora vida en plenitud (Jn 10,10).

14. El que te tiene a ti, tiene la vida (1Jn 5,12). Danos a conocer, pues, los caminos de esa vida que viene de ti (Hch 2,28).

15. Enséñanos a no adorar a ídolos hechos por manos humanas, sino sólo al Dios vivo que hizo el cielo y la tierra y que tiene poder sobre todo viviente (Dan 14,5).

16. Ayúdanos a anunciar al pueblo tu mensaje de vida (Hch 5,20). Y a dar testimonio de ella ayudándote a vivir más dignamente en los pobres, pues sabemos que cuando servimos a los más necesitados de tus hermanos, te servimos a ti mismo en persona (Mt 25,40).

Para leer y comentar  El profeta

EL MATRIMONIO (Kalil Gibrán)
Entonces, Almitra habló otra vez: ¿Qué nos diréis sobre el Matrimonio, Maestro? Y él respondió, diciendo:

Nacisteis juntos y juntos para siempre.
Estaréis juntos cuando las alas blancas de la muerte esparzan vuestros días.
Sí; estaréis juntos aun en la memoria silenciosa de Dios. Pero dejad que haya espacios en vuestra cercanía.

Y dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos el uno al otro, pero no hagáis del amor una atadura.
Que sea, más bien, un mar movible entre las costas de vuestras almas.
Llenaos uno al otro vuestras copas, pero no bebáis de una sola copa.
Daos el uno al otro de vuestro pan, pero no comáis del mismo trozo.
Cantad y bailad juntos y estad alegres, pero que cada uno de vosotros sea independiente.
Las cuerdas de un laúd están solas, aunque tiemblen con la misma música.
Dad vuestro corazón, pero no para que vuestro compañero lo tenga.
Porque sólo la mano de la Vida puede contener los corazones.
Y estad juntos, pero no demasiado juntos. Porque los pilares del templo están aparte.
Y, ni el roble crece bajo la sombra del ciprés ni el ciprés bajo la del roble.

PRESENCIAS
(Pedro Casaldáliga)

Me encuentro hablando siempre
con amigos ausentes.
Me encuentro siempre
entre el instante y la muerte.
Me encuentro siempre
con un libro enfrente,
con un hombre doliente,
y un paisaje y la corriente,
y el sol rusiente,
y el sueño, por fin, clemente.
Y un pájaro, un niño,
y un árbol, vivientes.
Y Dios persistentemente presente...

Los CAMINOS de DIOS
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