1d - La FE de ABRAHAM
1. La Historia del Amor de Dios
La historia de Jesús comenzó mucho tiempo antes de su nacimiento.Es la historia de un encuentro: del hombre con Dios, y de Dios con el hombre a través de la vida.
La
BIBLIA es el testimonio escrito de ese encuentro. Pero
la historia de ese encuentro salvador,
continúa
hoy en nuestras vidas.
No existe una historia'sagrada" y otra "profana", sino
la
única
historia de los hombres, que en la Biblia está leída desde la
fe y por eso la
llamamos historia de la salvación.
Situamos
su comienzo en la VOCACION DE ABRAHAM, alrededor
de 1850 años A.C.
Los
recuerdos y leyendas acerca de Abraham se encuentran en
el primer libro de la Biblia, el GENESIS, capítulos 12 al 25.
2. Nuestro padre en la fe
Así
llamamos a Abraham, Padre de los creyentes.
Vivió en Ur
de Caldea, actual Irak. Siendo ya viejo, recibe la inspiración
de Dios que lo empuja a desinstalarse,a
comenzar a vivir de nuevo, a ponerse en camino hacia lo
desconocido, fiado sólo
en la promesa divina. Así lo
cuenta la Biblia:
El
Señor dijo a Abraham: "Deja tu tierra natal y la casa de tu
padre, y ve al país que yo te mostraré. Yo haré de ti una
gran nación y te bendeciré: engrandeceré tu nombre y
por ti se
bendecirán todos
los pueblos de la tierra" (12,1-3).
Abram partió, como el Señor se lo había ordenado, y su sobrino Lot se fue con él. Cuando salió de Jaram, Abram tenía 75 años. Tomó a su esposa Sara, a su sobrino Lot, con todos los bienes que habían adquirido y se encaminaron hacia la tierra de Canaam (Palestina). Entonces el Señor se apareció a Abraham y le dijo:
"Yo daré esta tierra a tu descendencia".
*Abram
se llamará después "Abraham". El cambio de nombre en la Biblia,
indica una especial vocación o misión
Abraham
fue obediente a Dios, escuchó su voz y dejó a su familia, su
tierra y sobre todo a sus dioses. Su
conversión al único Dios permanecerá siempre un misterio y
exige, para explicársela,
una intervención especial de
Dios. La
fe de Abraham es la respuesta humanamente inexplicable al
llamado de Dios.
Tener
fe significa
fiarse de quien ve más allá del
horizonte que tú ves y fiarse de Aquél que ve, porque da
siempre los bienes prometidos.
Abraham
es alguien que fundamenta todo en Dios, el Fiel. Se
esfuerza, con todas sus posibilidades de hombre, por
creer contra toda esperanza
y cumplir el plan de Dios.
Tras
una vaga promesa parte hacia lo desconocido. Cree
en la promesa de tener un hijo con su mujer no tan joven. El Señor
obró con Sara según
su promesa. Sara concibió y dio un hijo
a Abraham, que ya
era anciano (21,1-2).
*Primero tiene un hijo, Ismael, con la sirvienta de Sara, llamada Agar. De ese hijo descenderán, según la tradición, los pueblos árabes..
3. Un problema de conciencia
En la tierra donde vivió Abraham imperaba el uso idolátrico de inmolar a los hijos primogénitos a los dioses.
*
Es la misma costumbre
que encuentran
los españoles en los imperios azteca
e inca. En pueblos más evolucionados religiosamente,
la ofrenda del hijo va a ser sustituida,
como hizo Abraham,
por un sacrificio
de animales. Esa costumbre,
que por supuesto
a nosotros
nos parece terrible,
expresaba en las culturas
primitvas el sentido
de que toda
vida procede y pertenece
a Dios. Actualmente,
muchos pueblos llamados "civilizados" inmolan en los
altares
del poder, la raza o el dinero millones de seres humanos inocentes,y
otros
son sacrifcados en el "altar"
del seno materno...
Claro
que semejante práctica solo
suscitaba en el corazón de los esposos jóvenes sentimientos
de terror y de odio hacia
los dioses.
Abraham veía que los demás hombres amaban (o temían) a su
dios hasta ese extremo.
Pensó con inquietud que tal vez su
afecto y adhesión a Isaac fuesen mayor que su amor a Dios. Su
espíritu estaba dividido entre dos tiernos amores, Dios
e Isaac, ahora trágicamente contrapuestos. En esta luchade
su espíritu escuchó la voz de Dios:
"¡Abraham!", le dijo. El respondió: "Aquí
estoy". Entonces Dios le siguió diciendo:
"Toma
a tu hijo único,el
que tanto amas, a Isaac; vé a la región de Moria, y ofrécelo
en holocausto sobre la montaña que yo te indicaré" (22,
1-2).
¿Es posible que Dios ordene tales
cosas? A la madrugada del día siguiente, Abraham ensilló su asno,
toma a dos de sus servidoresy
a su hijo Isaac, y después de cortar la leña para el
holocausto, se dirigió hacia el lugar que Dios le había
indicado.
Al tercer día, alzando los ojos, divisó el lugar desde
lejos, y dijo a sus servidores: - "Quédense aquí con el asno,
mientras yo y el muchacho seguimos adelante". Recogió la
leña para el holocausto y la cargó sobre su hijo Isaac; él,
por su parte tomó en sus manos el fuego y el cuchillo, y
siguieron caminando los dos juntos.
Isaac rompió el silencio y
dijo a su padre: - Tenemos el fuego y la leña, pero
¿donde está el cordero para el holocausto?- "Dios proveerá",
respondió Abraham. Y siguieron caminando juntos.
Cuando
llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió un
altar, dispuso la leña, ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el
altar, encima de la leña. Luego extendió su mano y tomó el
cuchillo para inmolar a su hijo (22, 3-l0).Pero Dios se lo
impidió.
Dios no
quiere la muerte de los hombres y tanto menos la de los
niños. Dios quiere que los padres amen a sus hijos.
Pero
el Ángel del Señor lo llamó desde el cielo: "¡Abraham!".
"Aquí estoy", respondió él.
Y el Angel le dijo:
"No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún
daño. Ahora sé
que temes a Dios, porque no me has negado ni
siquiera a tu hijo único".
Al levantar la vista, Abraham vio
un carnero que tenía los cuernos enredados en una zarza.
Entonces fue a tomar el carnero, y lo ofreció en
holocausto en lugar de su hijo (22,11-14).
* Para no nombrar directamente a Dios, muchas veces en la Biblia se usa la expresión "ángel (=mensajero) de Yavé"
4. Dios es fiel a sus promesas
Luego
el Angel del Señor llamó por segunda vez a Abraham desde
el cielo, y le dijo:
-
Juro por Mi mismo - oráculo del Señor - : porque has
obrado de esa manera y no me has negado a tu hijo único, yo
te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como
las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del
mar.
Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus
enemigos, y por tu descendencia se bendecirán todas las
naciones de la tierra, ya que has obedecido mi voz. (22,
15-19).
La
fe como el amor, es un diálogo de amigos a partir de la vida.
La fé, como el amor, nos "cambia la vida" y nos abre
nuevos horizontes... porque nos libera del egoísmo y nos
hace vivir en comunión con el Dios de la vida. Todos aspiramos
a una "tierra prometida" de justicia, paz y solidaridad, pero
para alcanzarla, debemos "ponernos en camino" como Abraham y
construirla cada día.
Abraham comenzó a caminar con Dios,
se hizo AMIGO DE DIOS, y así fue descubriendo la presencia de
Dios en su vida.Así
su vida se hizo fecunda, alcanzó su sentido. Al descubrir la
presencia de Dios en su vida, el riesgo de la FE-AMISTAD lo llevó a
ponerse en camino. Y fue feliz.
¿Qué
nos pide Dios a cada uno de nosotros? ¿Qué
debemos dejar,
y hacia donde debemos caminar, para que nuestra
vida tenga sentido y sea más feliz?
5. Los descendientes de Abraham
Las tradiciones y leyendas acerca de los inmediatos descendientes de Abraham (los "Patriarcas") están en los últimos capítulos del libro del Génesis. En la época de Jesús, se acostumbraba nombrar a Dios como el "Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob". Jacob fue uno de los dos hijos de Isaac. Se lo llamó también "Israel". Tuvo doce hijos, que son el origen de las "12 tribus de Israel". Emigró con su familia a Egipto, y allí se multiplicaron durante cuatro siglos...
6.
Oremos con la Palabra de
Dios
El
apóstol Pablo era joven cuando predicó Jesús. Se llamaba Saulo,
persiguió a los primeros cristianos, pero un día Jesús lo derribó
de su ceguera, se convirtió, y se hizo un gran apóstol.
Como
buen judío, conocía bien las historias de la Biblia.
Cuando
se hizo cristiano, comenzó a releerlas e interpretarlas desde
su fe en Jesús. Leamos lo que dice en la Carta a los Romanos acerca
de Abraham: Rom.4, 16-25.
Nos
tomamos unos minutos de reflexión en silencio y hacemos
un
propósito concreto para que esta Palabra dé fruto en nuestra vida
personal. Compartimos la oración dando gracias, pidiendo perdón,
intercediendo.
Sólo Dios
1.
Yo, Yavé, soy tu Dios,
que te he sacado del país de Egipto,
de la casa de servidumbre.
No habrá para ti otros dioses
fuera de mí
(Ex 20,2s).2. Yo soy
Yavé, y no hay otro igual; además de mí no hay ningún otro
dios... Nada existe fuera de mí (Is
45,5).3. Dios justo y
salvador no hay otro (Is
45,21). Yo soy el primero,
y
también soy el último (Is
48,12). Sólo en mí está tu
socorro
(Os
13,9).4. Sí, creemos y
confesamos
que eres el único Dios (Dt
6,4).5. Sólo tú eres
íntegramente sabio (Eclo
1,8). Sólo tú conoces
el
camino de la sabiduría
(Prov
28,23). Sólo tú eres justo (Eclo
18,2). Sólo tú eres santo
(Ap
15,4).
6.
Sólo tú eres capaz de hacer grandes maravillas porque
es
eterno tu amor (Sal
136,4).7. Señor Dios,
creador de todo, temible y fuerte, misericordioso
y
justo, tú, rey único y bueno,
tú
solo generoso, tú solo justo, todopoderoso y eterno
(2Mac 1,24s),
mándanos tu Espíritu
para que podamos conocer
y
experimentar tu poder (Is
11,2).8. ¡Sólo tú
puedes ayudar
entre el poderoso y el desvalido! ¡Ayúdanos,
pues, Yavé, Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos y en tu nombre
marchamos!
(2Cró 14,10).
9. Sólo tú, Señor nos haces vivir tranquilos (Sal 4,9). Solo tú eres
mi roca, mi salvación: mi alcázar (Sal 62,3).10. Tú haces brotar ríos
en los cerros pelados (Is 41,18); conviertes el desierto en lagunas
y la tierra seca en manantiales
(Is 11,7); consigues que el lobo viva en paz con el cordero
(Is 11,6); haces arados
de las espadas y hoces de las lanzas (Is 2,4).11. Sólo a ti te queremos reverenciar y servir fielmente,
con todo el corazón (1Sm 12,24). Pues ¿quién es Dios, fuera de ti? ¿Quién es Roca, sino sólo tú,
que nos ciñes de fuerza y haces nuestro camino irreprochable? (2Sm 22,32s). Sólo tú nos guías
a nuestro destino (Dt 32,12).
¡Sólo en ti hay victoria y fuerza! (Is 45,24).
12. Un corazón de piedra
se convierte con tu acción
en corazón de carne (Ez 36,26). Una adúltera prostituida
se
transforma contigo en esposa amante y fiel
(Os 2,22).13. Puedes dar vida al feto
arrojado al desierto (Ez
16,5-6); y honrar
y embellecer a la jovencita
desamparada y deshonrada
(Ez 16,7-8).14. Eres capaz de dar alas de águila a un gusano indefenso (Is 40,31; 41,14); y de poner en pie
a un montón de huesos secos
para hacerles caminar como ejército en marcha (Ez 37, 2.10).
15.
Con una sola piedrita puedes destrozar los pies de barro del ídolo
brillante del poder (Dan
2,34).
16. Lo que es imposible
para los hombres, es posible
para ti, Señor (Lc 18,27).
¡No existe otro semejante a ti!
(Is 46,9).
17. Das fuerza al que está cansado y robusteces al débil (Is 40,29). Contigo los cobardes
se vuelven valientes (Joel 4,10). Los que esperan en ti sienten que les crecen alas de águila (Is 40,31).
18. Tú, Yavé, lo dices, y lo haces (Is 60,22); dices, y lo pones
por obra (Ez 37,14).
19. Tu salvación dura para siempre y tu justicia nunca se acaba
(Is 51,6).
20.
Todas nuestras
capacidades provienen
de ti (2Cor
3,5).
De ti nace la fuente de nuestra fuerza interior (2Cor 4,7).
21. Haznos sentir ese tu poder, Señor (Ez 40,1). Que nuestros días de desgracias se transformen
por tu supremo poder en días
de felicidad (Est 16,21).
22. ¿Quién hay como tú, que libras al débil de la mano del fuerte,
y al pobre y al pequeño
del que lo despoja? (Sal 35,10). ¡Fuera de ti no hay otro protector para el pueblo! (Jdt 9,14).
23. Sabemos que el Espíritu
que nos has dado viene a ayudar
a nuestra debilidad e intercede continuamente por nosotros
para que te entendamos (Rm 8,26). Por eso, su acción poderosa nos colma de esperanza (Rm 15,13).
24. Envíanos, Señor, esa fuerza
de tu Espíritu, que nos capacita para dar testimonio de ti (Hch 1,8). En todo saldremos triunfadores gracias al amor que nos tienes. Nada ni nadie podrá apartarnos
del amor que nos has manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor
(Rm 8,37s).
25. Gracias, Señor Dios, dueño
de todo, porque con tu inmenso poder estás estableciendo
tu reinado (Ap 11,17). ¡Aleluya! ¡Nuestro Dios es un Dios salvador, fuerte y glorioso! (Ap 19,1).
26. Bendito seas porque eres capaz de hacerlo todo nuevo (Ap 21,5): un cielo nuevo y una tierra nueva (Ap 21,1), un mundo en el que reine la justicia (2Pe 3,13).
27. Sólo a ti te queremos adorar
y dar culto (Mt 4,10). Pues sólo tú, nuestro Salvador, puedes mantenernos limpios de pecado
y conducirnos alegres e intachables hasta tu gloriosa presencia (Jud 1,24).
28. A ti, Señor Dios, que, desplegando tu poder
sobre nosotros, eres capaz
de realizar todas las cosas incomparablemente mejor
de cuanto pensamos o pedimos,
a
ti la gloria en Cristo
y en la Iglesia (Ef
3,20s). Amén.
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